Una de las cosas más curiosas de los islandeses es que les encanta el helado. No importa en qué estación del año, qué tiempo hace ni qué hora es, muchos islandeses no dirán que no a un helado. De hecho, para muchos, su momento favorito es cuando empieza a nevar. ¿Por qué? Bueno, en primer lugar, porque los productos lácteos en Islandia son de una excelente calidad.
Muchos de esos lácteos son producidos aquí, así que cuando bebe leche o tomes un yogur o un helado, estarás probando el verdadero sabor de Islandia. En segundo lugar, a los islandeses les encanta el dulce. Así que, si te gusta el dulce, date una vuelta por las heladerías del país. Es muy habitual que una primera cita entre islandeses sea comprar un helado y luego comértelo dando una vuelta en coche. Qué romántico.
El helado islandés
Existen dos tipos de helado: gamli y nýi (el antiguo y el nuevo). El gmali es de hielo y agua, el nýi es de crema. Piensa en cuál prefieres, o prueba los dos. En cuanto a sabores, los más comunes son chocolate, vainilla y fresa. Pero esos son sólo la punta del iceberg de los sabores. Con tantas heladerías en la capital, nunca te cansarás de toda la oferta que puedes probar. Uno de los sabores favoritos de los islandeses es el regaliz. También existe una famosa salsa llamada lúxusdýfa, que es una mezcla de chocolate y caramelo.
El mejor helado de Islandia
Ísbúð Vesturbæjar es considerada por muchos como la mejor heladería de Reykjavik, así que vale la pena una visita. El helado que hacen es suave y tienen una gran variedad de sabores y coberturas, incluyendo varias golosinas. El local tiene un auténtico ambiente de dinner americano. A cualquier hora que vayas, siempre encontrarás cola, una prueba de su popularidad. También hacen un excelente batido.
Si vas a hacer la ruta del Circulo Dorado, no te puedes pasar la granja Efstidalur. Hacen su propio helado orgánico con la leche de sus vacas, y sin duda vale la pena probarlo. La granja cuenta también con un restaurante y un hotel, en caso de que no quieras marcharte después de probar el helado.
Si estás en Akureyri, no dejes de visitar Brynjuís, una famosa heladería que lleva usado la misma receta desde hace 80 años. Aquí incluso puedes cubrir el helado con galletas o con frutos silvestres. Recientemente han abierto una sucursal en Kópavogur, un suburbio al sur de Reykjavik al que puedes ir facilmente en tu coche de alquiler en Islandia. Me contó un amigo, que mucha gente, antes de que abrieran esta nueva sucursal, conducía hasta Akureyri sólo con la intención de comprar su famoso helado. ¡Es un viaje de 5 horas! Estoy seguro de que se quedaban un rato en Akureyri para admirar los bonitos paisajes y disfrutar de su helado.
Valdís helados islandeses
Este helado es recién hecho en la tienda a diario. Hacen helados y sorbetes de tipo italiano, en lugar de la típica máquina de helado cremoso, y su sabor de pimienta turca es el más popular. Sin embargo, cambian los sabores cada cierto tiempo; para saber lo que tienen ese día, tendrás que echar un vistazo a su pizarra. El helado se sirve en el típico cono de barquillo y su tienda está cerca del Museo Marítimo de Reykjavik. Es un sitio muy popular entre los locales al atardecer.
Otros helados islandeses en Reykjavík
Hay tantas heladerías en la capital que es difícil elegir cuál recomendar. Joylato es una de mis favoritas, está justo al lado de Hallgrímskirkja (la gran iglesia del centro de Reykjavik). Tiene opciones de helados veganos, con leche de coco en lugar de leche de vaca, y todos sus helados son sin gluten. Tienen muchas variedades de chocolate y coberturas de frutas, y muchas salsas. También sirven bebidas calientes y crepes, dulces o saladas. Veganas o no veganas.
Una de las heladerías que se ha vuelto muy popular en los últimos años es Ísbúð Huppu. Tienen ya tres locales en Reykjavik, incluyendo uno en Kringlan, el centro comercial más importante de la ciudad. Mezclan la famosa lúxusdýfa con chocolate blanco para crear una salsa muy especial.
Lo grande de las heladerías de Islandia es que muchas cierran tarde, a las 10 o a las 11 pm. Te puede parecer raro que a los islandeses les gusten tanto los helados, especialmente cuando hace frío o hace mal tiempo en invierno. Pero piensa en qué costumbres culinarias son populares en tu país, seguro que a ellos les parecen tan raras como a ti su gusto por los helados.